Desde la lejanía de la mente que nos causa soledad, nuestras almas piden a gritos el aroma a incienso.
Crispa indómito el anhelo como un fuego que exige ser apagado.
Cuál será la paz que tenemos que encontrar en la hirviente búsqueda del reencuentro de los cuerpos que se aman sin condición para aullar en lo frío de esas noches...
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